El género dramático tiene dos características principales que lo diferencian de los otros dos grandes géneros literarios. La primera, es que estos textos están escritos para ser representados sobre un...
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Género Dramático
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Género Dramático

El género dramático tiene dos características principales que lo diferencian de los otros dos grandes géneros literarios. La primera, es que estos textos están escritos para ser representados sobre un escenario y frente a un público. Hablamos entonces de obra teatral, y en ella los personajes son encarnados por actores, quienes presentan la historia a la audiencia.

La segunda característica es que en ellos el mundo ficticio se presenta a través de los diálogos y las acciones directas de los personajes, a diferencia, por ejemplo, del género narrativo, en donde el narrador es quien relata los hechos. Dicho de otra manera, el desarrollo de la historia y la presentación de los acontecimientos se realiza directamente, es decir, a través de los diálogos o interacciones verbales entre los personajes. A cada una de las intervenciones de un personaje se le llama parlamento.

Género dramático

Al género dramático pertenecen todas aquellas obras escritas en diálogo. Son textos literarios que se caracterizan por el diálogo entre sus personajes y la ausencia de un narrador.

Entonces, antes de hablar de género dramático es necesario tener clara la diferencia que existe entre obra dramática y obra teatral.

  • La obra dramática es sólo literatura, es decir, es una creación de lenguaje concebida por un autor llamado dramaturgo, quien inventa y desarrolla, a partir de un conflicto, una o más acciones en un espacio y tiempo determinado. La obra dramática es todo aquel mundo creado por un autor y susceptible de ser representado escénicamente ante un público, por tanto, posee una virtualidad teatral, es decir, la posibilidad de ser representada. El objetivo de su creación es su representación, aunque muchas de ellas no logran este propósito.
  • La obra teatral es la concreción, o representación, de la obra dramática (mediante la
    puesta en escena se muestra de manera directa –audible y visible– el texto), para que los
    espectadores participen, se interesen y se conmuevan.
    En una representación teatral intervienen una serie de elementos que contribuyen a su
    realización, como actores, maquillaje, vestuario, iluminación, escenografía, música,
    ambientación e interpretación.

El lenguaje dramático

En el lenguaje dramático predomina la función apelativa, o conativa y tiene una estructura
dialógica. El interlocutor se identifica mediante el uso de vocativos. El mundo se
“representa” directamente ante el lector, a través de las diversas formas del discurso de los
personajes: diálogo, monólogo, soliloquio y aparte:

  • El diálogo: intercambio de mensajes entre dos o más personajes, alternando los papeles de emisor y receptor. Se presenta a través de los parlamentos de los personajes, o voces dramáticas. Ejemplo:
    “ROMEO:
    ¡Habla otra vez, oh, ángel luminoso!
    En la altura esta noche te apareces
    como un celeste mensajero alado
    que en éxtasis, echando atrás la frente,
    contemplan hacia arriba los mortales
    cuando pasa entre nubes perezosas
    y navega en el ámbito del aire.
    JULIETA:
    Oh, Romeo, ¿por qué eres tú Romeo?
    Reniega de tu padre y de tu nombre!
    Si no quieres hacerlo, pero, en cambio,
    tú me juras tu amor, eso me basta,
    dejaré de llamarme Capuleto.”

    William Shakespeare, Romeo y Julieta.

  • Mónologo: Forma discursiva que permite al personaje, estando solo en el escenario, plantear dudas acerca de las decisiones o compromisos que va a tomar en su debate interno. Es la expresión de pensamientos y sentimientos sin esperar respuesta. Rememora acontecimientos y descubre el mundo interior del personaje. Ejemplo:
    “ESCENA V
    Hamlet (solo): ¡Oh! ¡Si esta masa de carne demasiado sólida pudiera ablandarse y
    liquidarse disuelta en lluvia de lágrimas! ¡Oh Dios! ¡Cuán fatigado ya de todo, juzgo
    molestos, insípidos y vanos los placeres del mundo! Nada, nada quiero de él. Es un campo
    inculto y rudo, que sólo abunda en frutos groseros y amargos. ¡Que haya llegado a suceder
    todo lo que veo a los dos meses que él ha muerto…! Ni siquiera han pasado dos meses
    desde la muerte de aquel rey que fue, comparado con éste, como Hiperión con un sátiro y
    tan amante de mi madre, que ni a los aires celestes permitía llegar atrevidos a su rostro…!
    Oh, cielo y tierra…!
    ¿Para qué conservo la memoria? ¡Ella, que se le mostraba tan amorosa como si con la
    posesión hubieran crecido sus deseos! Y no obstante, en un mes… ¡ah!, no quisiera pensar
    en esto.
    ¡Fragilidad, tienes nombre de mujer! En el corto espacio de un mes, y antes de romper los zapatos con que, semejante a Niobe, bañada en lágrimas acompañó el cuerpo de mi triste
    padre… Ella, sí, ella misma se unió a otro hombre… ¡Cielos! Una fiera, incapaz de razón y
    discurso, hubiera mostrado aflicción durable… Esa mujer se ha casado con mi tío, con el
    hermano de mi padre, pero no más parecido a él que yo lo soy a Hércules. En un mes…,
    enrojecidos aún los ojos con el pérfido llanto, se casó. ¡Ah, delincuente precipitación, ir a
    ocupar con tal diligencia un lecho incestuoso! Esto no es bueno ni pueda terminar bien.
    Pero hazte pedazos, corazón mío, pues mi lengua debe reprimirse.”

    William Shakespeare, Hamlet.

  • Soliloquio: forma discursiva en la que el personaje habla en voz alta, estando solo, refiriéndose no a sí mismo, sino más bien al acontecer, con presencia de un auditorio no necesariamente identificable. Supone la presencia de un interlocutor. Ejemplo:
    Don Juan: ¡Buen lance, viven los cielos!
    Estos son los que dan fama;
    mientras le soplo a la dama,
    él se arranca los pelos
    encerrado en mi bodega.
    Con él… ¡ja,ja!… Oh, y quejarse
    No puede; limpio se juega.
    A la cárcel lo llevé
    y salió; llevóme a mí.
    y salí; hallarnos aquí
    era fuerza… ya se ve,
    su parte en la grave apuesta
    defendía cada cual.
    Mas con la suerte está mal
    Mejía, y también pierde ésta.
    Sin embargo, y por si acaso,
    no es de más asegurarse
    de Lucía, a desgraciarse
    no vaya por poco el paso.
    Más allí un bulto negro
    se aproxima… y, a mi ver,
    es el bulto una mujer.
    ¿Otra aventura? Me alegro.”

    José Zorrilla, Don Juan Tenorio.

  • Aparte: Forma discursiva en donde un personaje habla en voz alta, suponiendo que
    los otros personajes presentes en la escena, no lo escuchan, estableciendo, además, una
    cierta complicidad con otro personaje o con el público. Ejemplo:

    “Hortensio: El bajo está bien. Quien desentona es este bajo bribón. (Aparte) ¡Qué fogoso y atrevido es nuestro pedante! ¡Por mi vida!, parece que el tuno corteja a mi adorada…, ¡Pedantuelo! Yo te vigilaré más de cerca todavía.”

    William Shakespeare, La Fierecilla domada (fragmento).

  • Mutis: Se conceptualiza como el silencio de un personaje que señala su retiro de la escena.

El hablante dramático

El emisor ficticio de la obra dramática cumple una función semejante a la del narrador, entregando información y organizando el mundo dramático, pero desde una limitada perspectiva de conocimientos. A este emisor ficticio se le denomina hablante dramático, el cual se manifiesta mediante:

  • El lenguaje de las acotaciones: Es la palabra del autor fuera del mundo de los personajes, en el texto se reconoce por estar escrita entre paréntesis, letra cursiva o negrita, el receptor de ellas suele ser el director que pondrá en escena la obra, aunque a veces esta destinada al actor y hasta al lector, para que imagine mejor la acción.
  • La organización de la multiplicidad de voces dramáticas (parlamentos de los personajes), que son en definitiva las que nos dan a conocer las acciones del mundo dramático.
  • Toda la información escrita que estructura la obra (información estructurante), lo que permite saber sobre su división externa, los personajes que participan, entre otros.

Estructura del género dramático

Estructura interna de la obra dramática

El mundo dramático se construye a partir de un eje organizador capaz de lograr la virtud específica del género. ¿Qué elementos del drama tienen la posibilidad de llegar a ser el eje “hilador” del mundo? Desde luego, la acción y el conflicto constituyen los elementos centrales de la ordenación del mundo dramático.

La acción dramática

Es un esquema dinámico que se distiende a partir de una situación inicial conflictiva. Se presenta como una línea que se desplaza desde un punto inicial a un término, después de experimentar diversas tensiones y distensiones. La acción corresponde a un proceso de desarrollo del conflicto en términos de planteamiento, pugna de fuerzas y resultado o desenlace. La acción comienza con la exposición de una situación de equilibrio precario y de los elementos que atentan contra ese equilibrio. Progresa presentando la pugna de fuerzas en conflicto, para terminar con una nueva situación de equilibrio o desenlace. Se distingue una acción ascendente, aquella parte que abarca desde el comienzo hasta el clímax, y otra descendente, aquella que se extiende entre el clímax y el fin.

Conceptos relacionados con la acción dramática

  • Intriga: entramado de los incidentes, serie de conflictos u obstáculos que se producen en el desarrollo de la acción y que los protagonistas han de superar para el logro de sus objetivos. Por ejemplo, en La vida es sueño, hay dos intrigas paralelas que convergen al final:
    o Segismundo (puesta a prueba, fracaso, reclusión, liberación y conversión).
    o Rosaura (deshonra, búsqueda del ofensor, apelación a la venganza y recuperación del
    honor mediante el matrimonio con el ofensor – Astolfo –, por expresa voluntad de
    Segismundo)
  • Acontecimientos: unidad mínima de la intriga. Suele incluir más de un incidente. (suceso, hecho).
  • Incidente: unidad mínima de los acontecimientos.

El conflicto dramático

El conflicto se define como una tensión entre las fuerzas que se oponen; estas fuerzas son portadas por agentes y llevan a una crisis.

El conflicto no puede concebirse como antagonismo de fuerzas abstractas, tales como la virtud, el amor, los ideales, sino como antagonismo de elementos concretos. De tal modo, la situación original del conflicto y su desarrollo sólo puede provenir de los personajes.
El conflicto se configura una vez que el lector–espectador tiene conciencia de cuáles son las fuerzas en pugna y los objetivos que cada una persigue.

  • La presentación del conflicto consta de cuatro fases: la entrega del protagonista, su propósito, la mostración del obstáculo (antagonista) y, por último, el encuentro de las dos fuerzas.
  • El desarrollo del conflicto corresponde a la serie de esfuerzos que realizan ambas fuerzas para superar a la antagonista. El término de esta fase de desarrollo del conflicto y de la acción dramática, está marcada por el clímax o crisis máxima, el momento de mayor tensión en el choque de fuerzas.
  • El desenlace dramático se manifiesta a partir del clímax hasta el término de la obra, y consiste básicamente en la eliminación del obstáculo o la desaparición o anulación de la energía del protagonista. La eliminación del obstáculo (triunfo del protagonista) o la anulación de su energía (triunfo del antagonista), es un proceso que puede realizarse de un modo abrupto o gradual.

Estructura externa de la obra dramática

Los elementos internos (acción y conflicto), se articulan u organizan formalmente a través de unidades claramente diferenciadas que constituyen la estructura externa de la obra dramática.

  • Acto: Se define como cada una de las unidades mayores en que se divide la forma externa de un drama. La división en actos se relaciona con la disposición que se desea dar a la forma interior. La división en tres actos proviene de las partes que Aristóteles distingue en la tragedia: principio, medio y fin, y corresponden a la disposición de la forma interior en exposición, desarrollo y desenlace del conflicto dramático. La otra división tradicional del drama es en cinco actos, basada en la distinción de cinco partes inherentes a la acción dramática: exposición, intensificación, culminación, declinación y desenlace. Al pasar de un acto al otro, aumenta la tensión del conflicto. En lo formal, el cambio de acto está indicado por la subida y bajada del telón de boca, grueso cortinaje que separa el escenario del espectador.
  • Cuadro: División de la obra dramática en su forma externa, más breve que el acto. Se relaciona con la ambientación física. Los cambios de la escenografía en la puesta en escena, indican los distintos cuadros.
  • Escena: Fragmento del drama cuyo principio y fin están determinados por la entrada y salida de personajes. Cuando la escena coincide con la entrada y salida de personajes agentes en el conflicto, coincide también con unidades de la acción interna.

Los personajes dramáticos

Un drama bien logrado requiere tanto de una acción atrayente como de buenos personajes. Los personajes de una obra dramática viven constantemente una situación que los incita a actuar con urgencia, situación que se origina de las relaciones que cada personaje tiene con los demás. A este conjunto de relaciones tensionantes que mantienen entre sí los personajes y que los impulsa a actuar se le llama situación dramática. Cada situación dramática impulsa a los personajes a la acción.

El elemento fundamental de la situación dramática es el conflicto. El conflicto es representado de la siguiente forma: uno o más personajes quieren lograr algo y otro u otros personajes se oponen y tratan de impedirlo. En consecuencia, los personajes son los agentes de la acción, elementos fundamentales del mundo dramático.

Tipos de personajes según su rol

Protagonista: es el centro de la acción, es el personaje principal. Encarna o representa a una de las fuerzas en conflicto dentro de la obra dramática. Alrededor de él se teje la historia. Es el que con mayor frecuencia aparece en la trama y sobre el cual recae el peso de la acción. Su tarea principal consiste en buscar la solución del conflicto para conseguir el objetivo o propósito que persigue con sus acciones. En síntesis, es el personaje más relevante de la obra dramática. Es el bueno de la historia dramatizada. El lector adhiere a su causa, simpatiza con ella.

Antagonista: es considerado también un personaje relevante dentro de la obra dramática. Encarna o representa a la otra fuerza en pugna, que se opone a la fuerza dramática del protagonista, vale decir, es el personaje opositor, ya que su propósito u objetivo fundamental es impedir que el protagonista llegue a concretar sus anhelos. Es
considerado, por ende, el malo de la historia dramatizada. El lector no adhiere a su causa, no simpatiza con ella.

Secundario: es aquel que no representa una de las fuerzas en conflicto, sino que se suma con su fuerza a la del protagonista o a la del antagonista, es decir, su accionar está dirigido a respaldar a una de las fuerzas en conflicto. Debido a lo anterior, su participación es importante para el desenlace de la obra, esto es, la desaparición o la derrota de una de las fuerzas en lucha.

Colectivo: es aquél que no se singulariza, sino que se le considera representante o portador de las características de un determinado grupo. Pese a ser una sola persona, representa a muchas otras.

Alegórico: es un personaje que encarna un solo defecto o virtud. Por el procedimiento de la alegoría, se logra transponer ideas o entes abstractos en personajes dramáticos que poseen entidad propia, que hablan y actúan por sí mismos. Por lo tanto, estamos hablando de un personaje simbólico al que se le otorgan las características de las abstracciones que representa.

Tipos de Personajes según su modificación durante el desarrollo de la acción.

Estáticos: invariables en sus rasgos, no evolucionan. Se comportan de una misma manera desde el comienzo al término de la obra.

Dinámicos, o evolutivos: varían, experimentan cambios conjuntamente con el desarrollo de la acción. Modifican su modo de ser.

Tipos de Personajes según la complejidad de los rasgos que los constituyen.

Planos: presentan un solo rasgo dominante y absorbente.

En relieve: presentan más de un rasgo caracterizador, su personalidad es polifacética siendo capaces de sorprender con un cambio o variación significativa.

Formas del género dramático

Formas dramáticas mayores

Tragedia: Es una obra dramática donde figuran personajes ilustres, cuya finalidad es producir una catarsis, es decir, temor y conmiseración en el receptor (lector o espectador), y que termina necesariamente con un acontecimiento nefasto. Se caracteriza por tener como elemento básico a la acción, por sobre los caracteres: la situación crea el carácter. Al carácter “elevado” de los personajes se tiende en la actualidad a interpretarlo no ya en un sentido social –carácter “ilustre”–, sino existencial: su elevación proviene de la vivencia trágica misma y del modo de asumirla. La acción de la tragedia tiene como algo propio de ella el conducir de la dicha a la desdicha.

Comedia: Género dramático que se caracteriza por presentar personajes “inferiores”, portadores de una acción carente de elevación y con desenlace agradable. El mundo de la comedia es de estructura esquemática y sus personajes son “tipos”, cuyos vicios y extravagancias son elevados al extremo. De allí surge lo cómico: una súbita mutación hacia otra área del ser, que provoca el alivio de una tensión. Se provoca así la risa, signo de liberación, de ruptura de los límites humanos. El espectador debe hacer caso omiso de la piedad, del temor, del respeto, para concentrarse en lo inesperado o en lo estúpido de una situación. Entonces la risa produce un tipo de catarsis.

Drama: La palabra drama, proviene del griego que significa “hacer, actuar, ejecutar”, de modo que lo importante es la acción, por eso se ha tomado como un concepto genérico que se aplica a cualquier obra dramática. A partir del siglo XVIII, se utiliza para designar un subgénero teatral en el que se produce la síntesis equilibrada de la comedia y la tragedia. A diferencia de la tragedia y de la comedia, el drama destaca por su verosimilitud. Se pueden clasificar de acuerdo a su contenido en:

  • Drama de acción: aquel cuyo sustento es la acción misma. Tiende a estructurarse en torno a un conflicto único y con el mínimo de personajes, así como al desarrollo lineal de la acción. Ejemplo: El Caballero de Olmedo, de Lope de Vega.
  • Drama de espacio: aquel sustentado por los personajes en cuanto portadores de espacio. Su objetivo es iluminar diversos sectores del espacio social. Ejemplo: Fuenteovejuna, de Lope de Vega.
  • Drama de personaje: aquel cuyo sustento es el personaje central como individuo. Su función es iluminar diversos aspectos del personaje central y de su evolución. Ejemplo: Hamlet, de William Shakespeare.
  • Drama psicológico: el drama psicológico retrata las luchas interiores del alma, personificando la conciencia en sus diferentes clases. Ejemplo: Otelo, de William Shakespeare.
  • Drama filosófico: pone en escena los grandes problemas del destino humano; sus personajes representan no a individuos, sino a la humanidad. Ejemplo: La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
  • Drama social, o de tesis: presenta problemas de una época o momento político, o de una clase social. Ejemplo: La ópera de tres centavos, de Bertolt Brecht.
  • Drama histórico, o legendario: se basa, más que en la historia, en la leyenda y en la tradición. Ejemplo: Ricardo III, de William Shakespeare (Es necesario considerar que muchas obras pueden ser clasificadas en más de un tipo de drama.)

Formas dramáticas menores

  • Auto: en general, era un drama religioso, alegórico y breve, cuyo argumento se tomaba de las Sagradas Escrituras. Ejemplo: “Auto de los reyes magos”, de autor anónimo.
  • Auto Sacramental: son representaciones simbólicas de la Sagrada Eucaristía. Son creaciones netamente españolas; se representaban en día del Corpus en todas las ciudades de España. Ejemplo: Códice de autos viejos, de Sánchez Badajoz.
  • Entremés: obra dramática jocosa de un solo acto, que solía representarse entre una y otra jornada de la comedia. Ejemplo: El viejo celoso, de Miguel de Cervantes.
  • Esperpento: farsas en tono grotesco (es propia de España) Ejemplo: Luces de bohemia, de Valle Inclán.
  • Farsa: pieza cómica breve, también se le llama así de modo despectivo a las obras chabacanas o grotescas. Es un retrato satírico de costumbres realizado en tono de bufonada carnavalesca. Ejemplo: Farsa de los dos físicos, de Gil Vicente.
  • Loa: era una pieza breve que se representaba al principio de la función y que servía como introducción a la obra principal, a fin de preparar al público para el espectáculo. También se puede encontrar en entreactos, dando así un avance del tema de la obra que se va a representar. Ejemplo: Introito de La Celestina, de Fernando de Rojas.
  • Tragicomedia: obra teatral que funde lo trágico con lo cómico y mezcla personajes de distintos estratos sociales de modo que usa un lenguaje cotidiano, vulgar, mezclado con el lenguaje elevado o culto. En la tragicomedia hay un quiebre brusco entre lo trágico y lo cómico, lo que no ocurre en el drama. En la tragicomedia hay contraste y se cae en lo caricaturesco y grotesco. Ejemplo: La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea, de Fernando de Rojas.
  • Sainete: es una comedia de asunto popular en un acto. Ejemplo: Las castañeras picadas, de Ramón de la Cruz.

Conceptos relacionados con la obra teatral

  • Anfiteatro: en arquitectura, es una gran edificación descubierta, normalmente de planta oval. Antiguamente se utilizaba para la representación.
  • Apuntador o Consueta: es quien da los “pies” o parte del parlamento, tanto en los ensayos como en la representación, a fin de que los actores no olviden el parlamento de los personajes.
  • Comediógrafo: escritor de comedias.
  • Dramaturgia: composición de un Drama, se refiere a los principios orientadores para la
    composición de obras.
  • Dramaturgo: escritor de Obras Dramáticas.
  • Escenario: parte del teatro destinado a la representación, al decorado o la escenografía.
  • Máscaras: palabra de origen árabe que significa “antifaz”. Los antiguos griegos las usaban en las representaciones teatrales para diferenciar al actor del personaje. Además, aquellas máscaras tenían una boca ancha que permitía aumentar el volumen de la voz. Hoy en día se utilizan para caracterizar a los personajes.
  • Escenografía: arte de adornar el teatro o de ambientar plásticamente el espacio escénico.
  • Espectador: el que mira con atención un objeto, y el que asiste a un espectáculo público. (RAE)
  • Iluminación: dispositivo escénico (luces) que generan la atmósfera adecuada al tipo de
    representación.
  • Libreto: texto escrito para la representación. Inicialmente el libreto era para la musicalización de la obra. Posteriormente se denominó así a la planta de movimientos en ballet. Hoy en día se considera como libreto cualquier texto que contenga elementos técnicos que permitan la representación.
  • Maquillaje: sustancias cosméticas que se utilizan para caracterizar a los personajes.
  • Tramoya: conjunto de máquinas e instrumentos, con los que se efectúan durante la representación teatral los cambios de decorados y los efectos especiales. El encargado de mover todo esto es
    denominado Tramoyista.
  • Tragediógrafo: escritor de Tragedias.