La sinonimia (del latín synonymia) y antonimia (del griego anti-“opuesto” y -onimia “nombre”) son fenómenos semánticos que se relacionan respectivamente con la identidad y la contraposición de significados. La paronimia...
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Sinonimia, antonimia y paronimia
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Sinonimia, antonimia y paronimia

La sinonimia (del latín synonymia) y antonimia (del griego anti-“opuesto” y -onimia “nombre”) son fenómenos semánticos que se relacionan respectivamente con la identidad y la contraposición de significados. La paronimia (del griego “parónimos”), sin embargo, tiene que ver con la semejanza de significantes. Así distinguimos:

a) Sinonimia

Palabras que tienen el mismo significado pero diferente significante. Ej.: finalizar/terminar; perro/chucho. Los sinónimos perfectos, intercambiables en todos los contextos, son infrecuentes (salvo en la terminología científica), ya que, al utilizar sinónimos en un contexto determinado, cada uno de ellos presenta matices significativos distintos. Así, si decimos Elia trajo a su perro, un magnífico pastor alemán, en tal contexto no es aconsejable utilizar el sinónimo chucho.

En este sentido, podemos distinguir varias clases de sinonimia:

  1. Sinonimia conceptual: los términos hacen referencia al mismo concepto y su significado denotativo es el mismo o prácticamente el mismo, aunque en determinados contextos los términos no son intercambiables. Así ocurre, por ejemplo, con empezar, comenzar e iniciar: diremos Empezó a comer el bocadillo, pero no *Inició a comer el bocadillo.
  2. Sinonimia contextual: los términos son intercambiables en un determinado contexto, sin alterar el significado del enunciado, pero en otros contextos dicho intercambio no es posible. Ej: inteligente, lista y espabilada son sinónimos que cabrían en Marta es inteligente / lista / espabilada, pero no en La cena estará lista a las ocho.
  3. Sinonimia connotativa: los términos sinónimos tienen significados denotativos diferentes, sin embargo, comparten los mismos valores connotativos. Está relacionada tanto con las valoraciones sociales, culturales y estilísticas que se hacen del referente (caso de infancia/inocencia), como con los cambios semánticos por causas sociales o psicológicas, como sucede en el caso de lince / listo. Por último, la sinonimia connotativa es importante también en el lenguaje literario, especialmente en el campo de las metáforas (camino = vida; primavera = juventud) y de los símbolos.

b) Antonimia

Palabras que poseen significado opuesto: blanco/negro, gordo / flaco…. La oposición puede ser por:

  • Antonimia. En sentido estricto, son los términos opuestos que admiten gradación, haya o no en la lengua un término específico para expresar un grado intermedio entre los antónimos: caliente/frío (muy, poco…)
  • Complementariedad. Significa oposición absoluta. Si se afirma uno de los términos se niega el contrario: Si es posible no puede ser imposible; vivo / muerto, sabroso / insípido…
  • Reciprocidad: Los dos términos se implican mutuamente, es decir, que exista uno requiere la existencia del otro: comprar/vender; dar / recibir…

c) Paronimia

Palabras tienen un significante parecido aunque no presentan ninguna relación por el significado. Ej: abertura y apertura, expirar y espirar.